Hoy dos de cada tres reclamaciones que interponen los usuarios de la banca en México tienen que ver con fraudes cibernéticos, un fenómeno que en un periodo de un lustro se multiplicó más de 10 veces en nuestro país y que tiene la característica de realizarse sin la tarjeta física, como es el caso del comercio electrónico, el comercio por teléfono, las operaciones por Internet, la banca móvil y los pagos por celular.
Los fraudes cibernéticos, como se le conoce a aquellas estafas que usan la red para realizar transacciones ilícitas, pasaron de registrar 356 mil casos en 2012 a poco más de 4 millones 82 mil en 2017, según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Según cifras de la Secretaría de Hacienda y de la propia Condusef, a 2017 (último dato disponible) los principales medios en donde se originó el fraude cibernético en el país fueron el comercio electrónico (3 millones 258 mil casos) y el comercio por teléfono (727 mil).
Según la Condusef, pese a los avances en materia de seguridad, las modalidades más recurrentes de esta forma de fraude cibernético, son la sustracción de datos personales, contraseñas, nombres de usuario o números de tarjetas de crédito que pueden prestarse al robo de identidad.
Un ejemplo es el de pagos por compras que nunca se reciben, además, que al reclamar ante el vendedor no se tiene respuesta.
Para evitar el fraude en el comercio electrónico, la Condusef recomienda asegurarse de que la dirección comience con “https://”, lo que indica que es un sitio seguro; no utilizar computadoras o redes públicas al momento de realizar compras; revisar las opiniones de otros compradores respecto al vendedor y guardar todos los comprobantes de compra para futuras aclaraciones.
Sobre el comercio por teléfono, la Condusef se da a la tarea de advertir que existen varias formas de llevar a cabo fraudes.
Una de ellas es el conocido como smishing, que consiste en el envío de mensajes SMS al teléfono móvil de las personas con el objetivo de que visiten páginas web fraudulentas desde las cuales es posible obtener la información bancaria del usuario para realizar transacciones a su nombre.
El phishing telefónico o vishing, consiste en recibir llamadas donde los delincuentes simulan ser empleados de alguna institución y convencen a las personas al decirles que sus cuentas están registrando cargos irregulares o que requieren alguna información.
Ante ello, se da a la tarea de recomendar evitar proporcionar datos vía telefónica y llamar directamente a la institución financiera para corroborar alguna anomalía.
De acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), México ocupa el lugar 28 de 193 países en el mundo en el índice mundial de ciberseguridad.
Según el informe de Norton sobre ciberseguridad 2017, en ese año, 33 millones de consumidores en el país fueron víctimas de delitos cibernéticos, 47 por ciento más que en 2016.